Trabajo Infantil en México
El 16 de abril se celebra mundialmente el día en contra de la esclavitud infantil. También conocida como explotación infantil, es el uso de menores de edad, niños, por adultos con intereses económicos. La OIT (organización internacional del trabajo) estableció como una de sus principales prioridades la erradicación del uso de niños para trabajar.
Por qué los niños no habrían de trabajar, hay quienes de manera soberbia se preguntan, como si no conocieran que el trabajo, considerado como cosa de adultos, ejerciera sobre los niños notables efectos en su salud y en su desarrollo social “normal”. Y es que no es que todos los niños que trabajaban o trabajan lo hicieran sonriendo para la foto que sería puesta en la latita de papilla para bebés, no. Se demostró que millones de niños alrededor del mundo trabajan en condiciones realmente duras que afectaban y pisoteaban no sólo sus derechos que ser niños les hacía tener sino los más básicos derechos humanos, sus sueldos suelen ser una burla y una falta de respeto comparados con sus altas jornadas de trabajo y el tiempo que estas duran . Se comprobó que unas de las principales razones de deserción escolar infantil junto con la falta de recursos económicos (en países en donde se supone que la educación es gratis) es la situación “laboral” de los niños.
México y su trabajo infantil
En nuestro país existen 4 millones de niños trabajando, casi todos ellos en situación de pobreza extrema, algunos de hecho viviendo en la calle. El asunto no sólo se minimiza al injusto hecho que no deberían estar trabajando sino que además la mayoría de estos niños se encuentran expuestos a adicciones y a peligros inimaginables, y no exagero cuando digo peligros inimaginables. Hay bandas especializadas muy bien enteradas de cuántos infantes se encuentran trabajando sin ningún tipo de protección en las calles, por ejemplo, en Ciudad de México estos niños, trabajadores y en situación de calle se convierten en trabajadores de ambulantaje, se emplean como ayudantes de mecánicos o ayudantes generales. Por sí solos van por la calle ofreciéndose para trabajar de alguna u otra forma lo que les pone en la boca del loco cuando se trata del sexo servicio.