La masacre en la embajada de España

La masacre en la embajada de España

El 31 de enero de 1980 tuvo lugar la Masacre en la Embajada de España, cuando dicha embajada en Guatemala fue sitiada por un grupo de campesinos y estudiantes del Quiché. Su petición era simple, querían dejar de ser reprimidos por las fuerzas militares, sin embargo, como respuesta a sus peticiones fue la brutal masacre en la que murieron 37 personas.

Portada de diario guatemalteco.

Un grupo de indígenas acompañado por diversos grupos sociales como obreros, religiosos y estudiantes se organizaron para mostrar al mundo las inhumanas condiciones en las que el departamento del Quiché trabajaba y el maltrato del que eran víctimas por parte del Ejército.

Al mediodía del 31 de enero de 1980 el grupo se reunió en la embajada española de Guatemala, avisaron que tomarían el edificio pues querían que España interviniera en la situación inhumana por la que estaban pasando. En ese momento se encontraban en la embajada Eduardo Cáceres Lehnoff, vicepresidente de Guatemala, Adolfo Molina Orantes, ex canciller, el jurista guatemalteco Mario Aguirre Godoy y Máximo Cajal López; embajador español de ese entonces.

Los bomberos no pudieron entrar al edificio hasta que el incendio terminó por sí solo.

De inmediato las fuerzas de seguridad llegaron invadiendo territorio soberano, obligando a los diplomáticos a resguardarse en una habitación del segundo piso y tras un fuerte asedio comenzó el fatal incendio. En aquellos años el origen del incendio era causa de diversas discusiones, las versiones no oficiales de izquierda decían que el incendio fue provocado con lanzallamas y con el uso de fósforo blanco, pero las declaraciones oficiales del gobierno eran que los campesinos se inmolaron con sus propias bombas molotov. Sin embargo reporteros españoles mostraron imágenes de militares usando los lanzallamas en contra de los manifestantes, imágenes que junto las versiones de personas que estaban ahí, confirmaban que se había tratado de una masacre ventajosa. Era sospechoso ver a las víctimas quemadas sólo de la cintura hacía arriba. Además, ningún cuerpo de bomberos tuvo permitida la entrada al edificio hasta que el incendio terminara por sí solo.

Las fuerzas de seguridad con lanzallamas.

Fue hasta el año 2014 cuando un tribunal guatemalteco inició un juicio contra el ex jefe de la policía nacional de aquellos días, se le acusaba ser responsable de la muerte de 37 personas como resultado del incendio en la embajada española. La hija de uno de los fallecidos testifico y fungió como querellante, la hoy conocida Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.



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