La Agricultura, el cimiento de la civilización moderna

Nada de lo que conocemos en la actualidad sería como lo conocemos sin el descubrimiento de la agricultura, probablemente no tendríamos mucho de lo que hoy tenemos ni disfrutaríamos mucho de lo que hoy disfrutamos. No habría arte, no habría religiones, no habría otros empleos, no habría grandes civilizaciones. Y es que fue hasta que los hombres y las mujeres aprendieron que podían producir sus alimentos que hubo tiempo para dedicarse a otras cosas que no fuera la caza diaria los alimentos. Fue la producción de nuestros suministros lo que poco a poco nos permitió avanzar como civilización, pero aunque probablemente ahora veas campos enteros de semillas, frutas y verduras, la agricultura fue un paso bastante tardado en la humanidad.
Y es que lo más parecido a “tecnología” de lo que hace 2 millones de años podíamos presumir eran las herramientas de piedras con o sin punta para la caza de grandes bestias, poco a poco, de manera bastante lenta estas herramientas empezaron a mejorar y a evolucionar, al paso que el fuego aparecía en la vida de los hombres primitivos. Nuestros alimentos, que nos quitaban casi todo el tiempo que teníamos como especie, eran cazados, pescados y acompañados de la recolección de frutas y verduras, este tipo de vida de conseguir alimentos lograba que pequeños grupos pudieran permanecer estacionados en algún lado, pero que al terminarse la comida tuvieran que buscar y caminar, moverse de un lugar a otro para volver a buscar comida.
EL GRAN SUCESO
Sin embargo, después de varios de miles de años sucedió algo que estaba previsto a cambiar la historia. Cerca del año 8000 a. C., en un lugar conocido como Creciente Fértil ubicado en Oriente Medio, los humanos cultivaron por primera vez, iniciando así una nueva era en la historia de nuestra raza. A partir del suceso agricultor en Creciente Fértil fueron surgiendo vestigios de producción de alimento en otras partes del mundo, África, América y Asia fueron despertando el arte de plantar sus alimentos.
NUEVOS CLIMAS
Debieron ser incontables las circunstancias que llevaron a los cazadores de comida a descubrir el cómo manejar sus propias cosechas, pero sin duda una de las probables coincidencias que alentaron a ello fue por aquellos tiempos, hace unos 10 000 años se diera la última glaciación, y al irse calentando la tierra en distintos lugares las enormes capas de hielo fueron desapareciendo regando muchísimas partes del mundo con agua dulce logrando condiciones perfectas para una nueva y abundante vegetación. Posterior a esto y grupos que se hicieron expertos en el manejo de sus propios alimentos surgieron los primeros conjuntos que no necesitaron moverse de lugar nunca más, se terminaban de manera sutil los movimientos nómadas, las familias comenzaron a crecer considerablemente, por lo que tuvimos que aprender no sólo a conseguir y cultivar comida para no preocuparse del presente, sino que surgió la producción de alimentos con el propósito de almacenamiento, y para fortuna de aquellas familias, el recién descubrimiento de los cereales y las semillas eran alimentos bastante duraderos, por lo que dejaron de preocuparse de periodos de escasez.
Cada región del mundo cultivó sus alimentos estrellas, en la cuna de la agricultura, en el Creciente Fértil, el trigo y la cebada era la carta fuerte, mientras en América aprendíamos a ser expertos en el maíz, y en lugares como África el sorgo era el principal alimento.
DOMESTICACIÓN ANIMAL
El animal con el que los seres humanos aprendimos a convivir desde muy temprano fue un pariente de los lobos, los perros. Y no sólo pudimos domesticarlos para convivir con ellos sino que eran una herramienta fundamental durante las jornadas de caza. Hasta que en Oriente Medio, a la par de que aprendían a cosechar, también empezaron los primeros artilugios y menesteres de ganadería, comenzó la cría de animales con distintas funciones, la de alimentar, la de usar sus pieles, la de usar sus productos, mientras que en América se usaba la llama como animal de carga y los conejillos de Indias como alimento.
QUÉ SERÍA DE NOSOTROS LOS MODERNOS SIN LA AGRICULTURA
La agricultura siempre será recordada como cimiento de las civilizaciones modernas. Antes de ser agricultores, la división de tareas era muy limitada, las mujeres se quedaban en casa a cuidar de los bebés y recolectaban alimentos y los hombres casi siempre se lanzaban a la caza, sólo en excepciones, como la discapacidad física, convertía a las personas en seres especiales como brujos, consejeros o chamanes. Pero a la llegada la agricultura, la sociedad surgió, modernizándose y creando jerarquías cada vez más inteligentes, reyes, religiosos, cazadores, y también para mal de la humanidad, surgía la esclavitud, personas dedicadas al trabajo en beneficio de otros.
Si hace miles de años no hubiera habido la chispa agricultora, no hubiéramos adquirido el beneficio del tiempo libre, que nos permitió descubrirnos más allá de una simple supervivencia.